viernes, 30 de marzo de 2012

Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre

Un ratito de Evangelio. 5º jueves de Cuaresma

Evangelio: Juan 8,51-59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre." Los judíos le dijeron: "Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?"

Jesús contestó: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: "No lo conozco" sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría." Los judíos le dijeron: "No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?" Jesús les dijo: "Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo." Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

REFLEXIÓN

Nuestro Padre es un Dios de la Historia, que se ha ido manifestando a la humanidad en inifinidad de momentos y de maneras. Así ha ido revelándose, descubriéndonos poco a poco sus misterios y su mensaje de Amor.

El Dios en el que creemos es el mismo que hace una promesa de felicidad y eternidad para su estirpe a Abraham, y es el de Moisés, y el que elige a los discípulos, y el que se manifiesta en los evangelios y las epístolas; y también es el Dios de los santos y beatos que ha habido en la historia, y el de la Madre Teresa, y el de todas esas personas anónimas que se entregan día a día, y que han tenido experiencias de encuentro con el Padre.

Eso es parte de la discusión que tiene aquí Jesús, que manifiesta que con Él se cumplen muchas de las promesas que Dios ha ido haciendo a lo largo de la historia, desde Abraham, y en la que los hombres hemos ido creyendo. Creemos en lo que los que han tenido experiencias de Dios nos dicen, pero no creemos al mismo Dios cuando lo tenemos delante. Nos falta fe y confianza para poder disfrutar de las experiencias de revelación que el Dios de la historia nos ofrece a cada uno de nosotros.

Si Dios se quita los velos (de ahí re-velación), por qué nos lo vamos a poner nosotros en los ojos. Abrámonos al Dios del Amor que se nos presenta ante nosotros, en infinidad de momentos y maneras, y nos ofrece la felicidad y la vida eterna, porque "Tú, mi Señor, Tú vives en mí".

miércoles, 28 de marzo de 2012

"Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres"

Un ratito de Evangelio: Quinto miércoles de Cuaresma

Evangelio: Juan 8,31-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: "Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Le replicaron: "Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?" Jesús les contestó: "Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre."

Ellos replicaron: "Nuestro padre es Abrahán." Jesús les dijo: "Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre." Le replicaron: "Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios." Jesús les contestó: "Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió."

REFLEXIÓN

El mayor deseo de Dios es que los hombres y mujeres seamos felices. Y para eso tenemos que ser libres. ¿Pero libres de qué si aquí está abolida la esclavitud, si nosotros somos nuestros dueños? (es lo mismo que le preguntan a Jesús en el evangelio) Quizá no somos conscientes (o no queremos serlo) de que hay muchas cosas que nos esclavizan, que nos impiden ser nosotros mismos, que nos hacen estar siempre más pendiente de lo que no tenemos que de la vida que nos ha tocado, que nos impiden entregarnos al otro, que nos impiden reconocer a Dios en las cosas sencillas... Para revelarnos eso, para cortar nuestras cadenas desde el AMOR, vino Jesús.

Por eso, quien se deja liberar, y es fiel a la Verdad (que es Jesús), siente siempre la alegría de vivir.

"Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy"


Un ratito de Evangelio: Quinto martes de Cuaresma

Tras unos días con dificultades para pararme delante del ordenador, recuperamos hoy estos ratitos de Evangelio.

Evangelio: Juan 8,21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros." Y los judíos comentaban: "¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?" Y él continuaba: "Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados."

Ellos le decían: "¿Quién eres tú?" Jesús les contestó: "Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él." Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada." Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

REFLEXIÓN

Al pensar en la frase "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy" me he acordado de la canción "Nadie te ama como yo", de Martín Valverde, que en uno de sus versos, de boca de Jesús, nos dice que miremos la cruz porque "es mi más grande prueba". Es en la manifestación de Amor de Dios, a través de su hijo, donde nuestra fe se refuerza y se disipan nuestras dudas, y es en las manifestaciones de amor cotidianas, en los encuentros con el prójimo, donde muchas personas encuentran la presencia de Dios.

En la Semana Santa, llegará un momento en que elevaremos al Jesús crucificado. En apariencia, es la humillación y derrota de un hombre, pero en realidad es la manifestación de un Dios que nos ama hasta el extremo.


"Nadie te ama como yo" (Martín Valverde)
Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras así.
Cuánto he esperado que me hablaras,
cuánto he esperado que vinieras a mi.
Yo sé bien lo que has vivido, yo se bien
porqué has llorado; yo se bien lo que
has sufrido pues de tu lado no me he ido.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo;
mira a la cruz,
esa es mi más grande prueba.
Nadie te ama como yo.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo;
mira a la cruz, fue por ti,
fue porque te amo.
Nadie te ama como yo.
Yo se bien lo que me dices
aunque a veces no me hables;
yo se bien lo que en ti sientes
aunque nunca lo compartes.
Yo a tu lado he caminado,
junto a ti yo siempre he ido;
aún a veces te he cargado.
Yo he sido tu mejor amigo.

viernes, 23 de marzo de 2012

No busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió

Un ratito de Evangelio. Miércoles y jueves de la Cuarta semana de Cuaresma

Ayer no nos dio tiempo a publicar este ratito de Evangelio, y ya que forman parte de una secuencia, los unimos y los reflexionamos juntos.

Evangelio: Juan 5,17-30
"Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere"

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo." Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: "Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro.

Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Evangelio: Juan 5,31-47
"Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza"


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.

Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?"

REFLEXIÓN

Jesús intenta explicar a la gente de su tiempo que hablaba en nombre de Dios, porque era Dios mismo. Pero quien no quiere descubrir a Dios, cierra los ojos ante sus enviados, ante los que van anunciando el Reino de Dios.

Jesús era imagen de Dios, porque era el Dios encarnado, pero en realidad todos somos imagen de Dios, porque somos sus hijos, y como tales, en nosotros deben ver su mensaje y su camino. Eso hará que muchos cierren los ojos ante nosotros, porque no quieren conocer la verdad y la vida.

¿Eres tú imagen de Dios?

SOY IMAGEN DE DIOS
Gen 1,27-28
A imagen de Dios nací, semejante a su vida y su ternura,
para ser Dios-entre-los-hombresaunque yo sienta en mí: esto es locura.
Imagen de Dios soy, semejante a Dios nací.
Por no sentirme humilde ante mí en aquello que de Dios llevo en mi alma,
muchos nunca sabrán que el mismo Diosvive en ellos, aguardando ser palabra.
Si no me siento imagen de Dios,aunque crea seguirle con mi vida,
deberé salvar las circunstanciasque me impiden ser el Dios que en mi habita.


martes, 20 de marzo de 2012

"¿Quieres quedar sano?"

Un ratito de Evangelio. Cuarto martes de Cuaresma.
Evangelio: Juan 5,1-3.5-16


En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: "¿Quieres quedar sano?" El enfermo le contestó: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado." Jesús le dice: "Levántate, toma tu camilla y echa a andar." Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.

Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: "Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla." El les contestó: "El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar." Ellos le preguntaron: "¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?" Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: "Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor." Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

REFLEXIÓN

Podemos ver dos temas principales en el texto de hoy. De un lado, la prioridad de las personas por encima de la Ley, y, de otro, la confianza en Jesús y el hacer a la persona protagonista de su cambio.

Jesús se compadece de un hombre que llevaba demasiado tiempo sufriendo y que tenía dificultades para curarse. Pero antes de actuar, pide su participación: ¿Quieres quedar sano? En esta pregunta se encierran dos cuestiones fundamentales: 1- la persona que sufre tiene que querer cambiar y ser protagonista de su propio cambio. 2- para empezar a caminar tiene que confiar en quien le ofrece ayuda.

Ambas situaciones se suceden en el texto bíblico, porque Jesús le anima levantarse, y el hombre, confiando en Él, es quien tiene que ponerse de pie, coger su camilla y andar. Jesús no actúa de una manera paternalista, sino que anima a la persona, le devuelve la confianza, y hace que sea ella quien evolucione.

Todo esto ocurre en sábado, cuando estaba prohibido curar según una interpretación rígida de la Ley. Jesús antepone las personas a la Ley. Las normas (civiles y religiosas) que alienan a las personas, que contribuyen a dejarlas sin poder levantarse por muchos años, son injustas y van contra el mensaje cristiano. La mejor interpretación de la norma es desde el corazón, el sentido común y la justicia, especialmente con los más desfavorecidos.

Para terminar, una historieta de Anthony de Mello, en su libro La Oración de la Rana, 2, que nos cuenta que los protagonistas de su historia, y de su cambio, son las personas a las que ayudamos, no nosotros.

Historieta:Dice la historia que se declaró un incendio en una casa en la que había un hombre profundamente dormido.

Trataron de sacarlo por una ventana, pero en vano. Luego intentaron sacarlo por la puerta, pero sin éxito. No había modo, porque el tipo estaba demasiado gordo y pesado.

Todo el mundo estaba casi desesperado, hasta que alguien sugirió: “¿Por qué no lo despertamos y sale él por su propio pie?”

Sólo los que duermen y los niños necesitan ser cuidados.
¡Haz que despierten! ¡O que crezcan!

lunes, 19 de marzo de 2012

"Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados"

Un ratito de Evangelio: cuarto lunes de Cuaresma - San José
Evangelio: Lucas 2,41-51a


Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: "Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados." Él les contestó: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?" Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

REFLEXIÓN

San José es el patrono del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y, por tanto, es muy significativo para todos los que formamos parte de la familia lasaliana.

Le robo hoy a Manuel Rosa, delegado de Pastoral de Buen Pastor, la reflexión que ha preparado para los alumnos, y que nos puede servir a nosotros.

- San José es el mayor de los santos, sólo precedido en importancia por la Stma. Virgen María.

- Sus principales virtudes aparecen en la Sagrada Escritura: es un hombre justo, que cumple la voluntad de
Dios y diligente en el cuidado de Jesús. No se escandaliza por el embarazo sobrenatural de María, sino que la acepta y la acoge. Es hombre de profunda fe, que ve en María la acción del Espíritu Santo. Protege a su
familia en toda circunstancia adversa.

- Se le llama “padre putativo” (P.P.) de Jesús: no era su padre biológico, pero actuó como tal durante su vida, dándole todo su amor; por eso al que tiene el nombre de «José» se le llama «Pepe».

- Pío IX lo proclamó en 1870 Patrón de la Iglesia Católica. También es patrono de los seminarios y del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, por la especial devoción que le tenía S. Juan Bautista de la Salle.

- Juan Pablo II escribió en 1989 la exhortación apostólica Redemptoris Custos, sobre la figura y la misión de San José en la vida de Cristo y de la Iglesia.

- Si quieres saber más sobre San José puedes consultar la siguiente página web: http://www.redemptoriscustos.org

Interpelando mi vida:
¿Qué cualidades de San José tengo? ¿Cuál me falta?
¿Tengo mucha fe en Dios? Si no es así, ¿rezo para que el Señor me la dé?
¿Respeto y obedezco a mi padre, igual que Jesús lo hacía con San José? ¿Me doy cuenta de que quiere
lo mejor para mí?

Compromiso:

Imita una virtud de San José.

Oración:

San José, protector de los colegios lasalianos,
modelo y guía de las familias cristianas:
Te rogamos que nos ayudes a acoger a Jesús.
Haz reinar en nuestra escuela y en nuestra familia
el espíritu de fe y de fidelidad a la Palabra de Dios.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses,
para que no sean egoístas.
Ruega al Señor Jesús por todos nosotros
y que su Espíritu bendiga nuestras casas.
Otorga la paz a la familia
y un verdadero amor entre sus miembros.
Concede a todos los que forman nuestra familia
y a todas las familias de la tierra
la gracia de vivir el espíritu cristiano.
Amén.

"Dios mandó su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él"

Cuarto Domingo de Cuaresma: Un ratito de Evangelio
Evangelio: Juan 3,14-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios."

REFLEXIÓN

San Juan a veces es complicado de entender, y hay que releer el texto varias veces para pillar algunas cosas. Aquí hay dos elementos centrales, el AMOR de Dios al mundo (y por tanto a los hombres) que le llevó a hacerse un hombre más para darles "mascadito" su mensaje y las instrucciones para hacer un mundo mejor, y, de otro, la simbología de la luz.

Jesús es la luz, y quien no sigue su camino, permanece en la oscuridad. Estar a oscuras es andar desorientado, no reconocer a los que están a tu lado, no tener horizonte, no tener escapatoria ni futuro, es un riego de caerse o de hacerse daño, es la tristeza y la infelicidad más absoluta... Qué mayor juicio y sentencia para el que se aleja de Dios, que no descubrir la Luz, que no ser partícipe de la obra de Dios, que no ser feliz.

Un ratito de Evangelio: Tercer viernes y sábado de Cuaresma

Nos ponemos al día después de unos días sin este ratito de Evangelio.


Tercer sábado de Cuaresma. Un ratito de Evangelio 
Evangelio: Lucas 18,9-14 "El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido" 

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."

Tercer viernes de Cuaresma. Un ratito de Evangelio. "Amarás al Señor con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y al prójimo como a ti mismo" 
Evangelio: Marcos 12,28b-34 

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" Respondió Jesús: "El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos." El escriba replicó: "Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios." Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios." Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

viernes, 16 de marzo de 2012

El reino de Dios ha llegado a vosotros

Un ratito de Evangelio. Tercer jueves de Cuaresma
Evangelio: Lucas 11,14-23

En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama."

REFLEXIÓN

¡Qué nos gusta buscarle tres pies al gato! A veces, lo que hacemos es ponernos excusas para no ver que Dios está detrás de las cosas, especialmente si nos desarraiga de nuestros intereses.

Seguir a Jesús nos libera de cadenas y de pesos. y lo hace con "el dedo de Dios", porque el Reino de Dios ha llegado a nosotros.

miércoles, 14 de marzo de 2012

"No he venido a abolir la Ley y los profetas, sino a dar plenitud"

Un ratito de Evangelio: tercer miércoles de Cuaresma

Evangelio: Mateo 5,17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos."

REFLEXIÓN

El Antiguo Testamento es un gran misterio para nosotros. Nos suena a rancio, a nombres que ya no se llevan, a un Dios cruel, a historietas de Adán y Eva, Caín y Abel o Moisés -El Principe de Egipto- (estupendas para dibujos animados)... Pero es mucho más que eso. El Antiguo Testamento, por contra de lo que creemos y decimos muchas veces, presenta a un Dios misericordioso, que se compadece y enternece una y otra vez con un pueblo algo alborotado y que le hacía poco caso. Un Dios que enseña a los hombres el camino de la Paz y el Amor, y que aunque se cabree bastante algunas veces, es como esos abuelos cascarrabias que acaban perdonándolo todo y comíendose a besos al nieto.

Pero claro, todo eso contado en un lenguaje y desde un contexto histórico que empieza 2.000 años antes de Jesús (es decir, hace 4.000 años).

Jesús no cambia lo que su Padre había dicho por boca de los profetas, sino que actualiza el mensaje y lo interpreta a la gente de su época. Con Jesús, además, Dios va más allá de lo que lo había hecho hasta ahora, porque es Él mismo quien se hace entender, convirtiéndose en hombre, para traducir a los profetas e invitar al pueblo a cambiar cosas que no se estaban entendiendo. Y esque había quien pensaba que lo importante no era el espírtu de la Ley, sino su literalidad, por lo que la propia Ley era más importante que las personas.

Hoy, otros 2.000 desde que Jesús nos actualizó pedagógicamente a los profetas, ¿quién nos actualiza a Jesús? ¿No nos refugiamos muchas veces en la literalidad más que en el sentido de sus palabras, que no buscaban más que la felicidad de las personas? A lo mejor tenemos que rezar el Evangelio, charlarlo con Dios, y dejarlo a Él ser quien nos muestre lo que quiere de nosotros.

"Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará"

Un ratito de Evangelio: tercer martes de Cuaresma
Ayer no nos dio tiempo, y no publicamos el Evangelio. Lo recuperamos hoy con el dibujo de Fano.

Evangelio: Mateo 18,21-35

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."

martes, 13 de marzo de 2012

"Jesús, igual que Elías y Eliseo, no ha sido enviado únicamente a los judíos"

Un ratito de Evangelio: tercer lunes de Cuaresma
Evangelio: Lucas 4,24-30

En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret: "Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio." Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

REFLEXIÓN

Muchas veces nos queremos adueñar de Dios. No queremos compartirlo con los demás. Nosotros somos los poseedores de la verdad, y los demás se equivocan, por lo que el único "modelo", la única imagen de Dios válida es la nuestra. Y de eso emana que queramos estar por encima de los demás, que no deseemos nada bueno para otros carismas dentro de nuestra misma Iglesia, o para gente que llama a Dios con un nombre distinto, pero que busca la misma felicidad para las personas.

Dios no nos elige como hijos únicos, ni mucho menos. Cuando decimos Padre Nuestro, reconocemos que compartimos a Papá Dios con otros hijos suyos que, por tanto, son nuestros hermanos. Por tanto, si somos como esos hijos que quieren captar todo el día la atención de sus padres, y no dejan que sus hermanos también disfruten de los besos y caricias, somos muy injustos. Y no sólo porque les privamos de tiempo con Papá, sino porque nosotros tampoco distrutamos de nuestros hermanos, y de todo lo que ellos tienen que descubrirnos del mundo, que va mucho más allá de nuestro horizonte particular.

Segundo Sábado y tercer Domingo de Cuaresma

El fin de semana fue intenso para Salle Joven Jerez (ver www.sallejovenandalucia.es), y no tuvimos mucho tiempo de actualizar nuestros ratitos de evangelio escritos (más bien los vivimos con muchos jóvenes directamente). Pero bueno, nos pondremos al día

Un ratito de Evangelio: segundo sábado de Cuaresma: Evangelio: Lucas 15,1-3.11-32 - "Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido"

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: "Ése acoge a los pecadores y come con ellos." Jesús les dijo esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer. Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros." Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado." Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud." Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado." El padre le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.""


Un ratito de Evangelio: Tercer domingo de Cuaresma. Evangelio: Juan 2,13-25 - "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré"

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre." Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo de tu casa me devora." Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: "¿Qué signos nos muestras para obrar así?" Jesús contestó: "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré." Los judíos replicaron: "Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

viernes, 9 de marzo de 2012

"Éste es el heredero: venid, lo mataremos"


Un ratito de Evangelio: segundo viernes de Cuaresma
Evangelio: Mateo 21,33-43.45-46


En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?"

Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos." Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.

REFLEXIÓN

Muchas veces nos creemos los "dueños" de la Misión que Dios nos ha encomendado, y como tales, los administramos como nos viene en gana, y no toleramos que nadie nos pida cuentas. Así, vamos alejándonos de lo que Dios nos ha encomendado, y esa Misión se convierte en nuestro proyecto particular, en nuestros intereses, cada vez más alejados de los intereses del prójimo y de los más necesitados. Y no aceptamos que nadie nos cuestione, que intente que hagamos un discernimiento de nuestro proyecto a la luz del Evangelio. Tanto que acabamos alejándonos de Jesús o acomodándolo (inventándonoslo) a nuestra conveniencia, y utilizándolo como excusa para nuestro interés.

Aprovecha lo que Dios pone a tu alcance, entrégate al proyecto que ha preparado para ti, descubre la Misión que te tiene reservada, y produce los frutos que te pida.

jueves, 8 de marzo de 2012

Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino... y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal

Imagen de fano tomada de http://www.diocesismalaga.es
Un ratito de Evangelio: segundo jueves de Cuaresma
Evangelio: Lucas 16,19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle la llagas.

Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas." Pero Abrahán le contestó: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros." El rico insistió: "Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento." Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen." El rico contestó: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán." Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.""

REFLEXIÓN

En el Evangelio de hoy apreciamos dos mensajes: de un lado Dios se pone de parte del pobre, y da la espalda al que volvía la cara a los necesitados (nos recuarda de alguna manera el evangelio del Juicio final, con aquello de "Apartaos de mí, malditos (...) porque tuve hambre y no me disteis de comer); de otro, a través de la historia de Lázaro, Jesús lamenta que el pueblo no le escucha y no se convierta, y anticipa su propia resurrección (esto también nos recuerda otro evangelio que ya hemos escuchado esta Cuaresma: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás").

Los dos mensajes están enlazados. Somos duros de mollera. Nos decimos seguidores de Jesús, escuchamos su mensaje, aplicamos algunas cosas, pero a la hora de la verdad, ni miramos a los que están "echados en nuesto portal". Nosotros vivimos en la opulencia, nos seguimos creando necesidades, y mientras hay gente que no llega a fin de mes o, lo que es más grave, que muere de hambre o enfermedades curables. Convertirse no es sólo dejar los pecadillos habituales y ser "más bueno, más obediente", es también ser más justo, vivir de manera más humilde y sacrificar nuestros lujos en beneficio de aquellos que ni siquiera tienen lo básico.

Jesús lo vive y lo repite a lo largo de los Evangelio, y no le hacemos caso, ni auqneu resucitando nos demuestre que Él es capaz de llegar hasta el final por Amor.

Y tú, ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar?

miércoles, 7 de marzo de 2012

"El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor"

Un ratito de Evangelio: segundo miércoles de Cuaresma
Dibujo de Fano, tomado de www.diocesismalaga.es
Evangelio: Mateo 20,17-28
En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: "Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará." Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre." Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."

REFLEXIÓN
Vivimos un tiempo en el que a la gente se le mide y se le valora por su popularidad. Y, desgraciadamente, esa popularidad en la mayoría de los casos viene aparejada a logros personales, a esfuerzos importantes, a estar pendiente de los otros... Seguramente hoy Jesús pasaría bastante desapercibido, ya que Él vivió lo que le dice a los discípulos en el Evangelio de hoy: quien quiera ser grande, quien quiera ser el primero, que sea el que más sirva a los demás. 

Y normalmente, las personas que más se lo curran, las que más hacen, suelen ser las que menos se quejan, las que no presumen de ello, las más discretas. Son los que están ahí en la sombra, pendientes de que todo salga bien.

Me acuerdo hoy de muchos religiosos, especialmente Hermanos de La Salle con los que trabajo, que no gustan de los primeros lugares, que suelen querer pasar desapercibidos, que no usan su consagración como una medalla, que están cómodos siendo uno más o siendo el último.

Que Papá Dios, a través de ellos, nos enseñe a ser últimos, a ser silenciosos, y a ser servidores.

martes, 6 de marzo de 2012

"El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido"

Un ratito de Evangelio: segundo martes de Cuaresma

Evangelio: Mateo 23,1-12


En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."

REFLEXIÓN

Hoy nos ha pillado el toro y casi no llegamos al final del día. Así que ahorremos palabras, olvidémonos de nuestro protagonismo, quitemos importancia al yo, y "desaparezcamos en Dios" con esta canción de Ixcis:

Los mansos y humildes (Ixcis)
http://www.ixcis.org/audio/en_espiritu_y_en_verdad/En_espiritu_y_en_verdad_12.mp3

Poco a poco desaparecer en Ti (3)
y vivir desde la sencillez, desde la humildad
y tener la sabiduría para perdonar
devolviendo bien por mal.

Poco a poco desaparecer en Ti (3)
y vivir desde la sencillez, desde la humildad
y tener la sabiduría para perdonar
venciendo el mal a fuerza de bondad.

lunes, 5 de marzo de 2012

"Perdonad, y seréis perdonados"

Un ratito de Evangelio: segundo lunes de Cuaresma
Evangelio: Lucas 6,36-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros."

REFLEXIÓN


Cuenta la historia que hace muchos años en una pequeña ciudad , había una casa abandonada a la cual nadie se acercaba.
Cierto día, un perrito buscando refugio de la lluvia logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa, el perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera; cuando termino de subir las escaleras se topo con una puerta que se encontraba abierta a medias.
Al entrar y ver a su alrededor, se asusto al notar la presencia de 1000 perros idénticos a él, que lo miraban fijamente.
El perrito de nuestra historia comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco, los 1000 perritos hicieron lo mismo; posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos, el perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.
Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: “Vaya, que lugar tan interesante y que perritos tan amigables, vendré a visitarlo más seguido”.
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto, pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que, a su parecer, lo estaban viendo de una manera agresiva, éste empezó a gruñir y obviamente vio como los 1000 perritos le gruñían a él.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él; cuando este perrito salió del cuarto pensó: “Que lugar tan espantoso, nunca mas volveré a entrar aquí, qué perros tan maleducados...”.
Al salir el perro de la casa, salió tan enojado que no logro ver un viejo Letrero en la entrada que decía: “Bienvenido a La casa de los 1000 espejos”.


Es sencillo, trata a los demás, como tú quieres que te traten.

domingo, 4 de marzo de 2012

"Éste es mi Hijo amado, escuchadlo"

Un ratito de Evangelio: segundo domingo de Cuaresma
Evangelio: Marcos 9,2-10

Dibujo de Fano, tomado de http://www.diocesismalaga.es
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías." Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: "Éste es mi Hijo amado; escuchadlo." De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: "No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos." Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de "resucitar de entre los muertos".

REFLEXIÓN
A veces vamos acumulando experiencias, pero no nos detenemos a "hacer la digestión" (a analizar qué estamos viviendo y cómo lo hacemos). Para ello es necesario, a veces, retirarnos "al monte" (buscar espacios de tranquilidad, de alejarnos del ruido, en compañía de personas que nos ayuden a reflexionar, o en solitario), y hacer un repaso al camino recorrido. Es ahí donde muchas veces entendemos, damos significado y ponemos nombre a cosas que nos han pasado o nos están pasando. Es posible que eso fuera lo que vivieran los discípulos en el Tabor.

Después de seguir un tiempo a aquel galileo que se les había cruzado en sus vidas, empiezan a darse cuenta (auque eran "duros de mollera" y no tomarán conciencia de la personalidad real de Jesús hasta la Resurrección) de que ese tal Jesús era especial, que por las cosas que hacía, veían en Él un reflejo del Dios Padre Bueno de los profetas.

Y tú, ¿reconoces a Jesús?

Y en ti, ¿a quién reconocen los demás?

Hoy las otras tres lecturas, incluido el salmo, no tienen desperdicio: http://www.aciprensa.com/calendario/calendario.php?dia=4&mes=3&ano=2012

sábado, 3 de marzo de 2012

"Sed perfectos como vuestro Padre celestial"

Un ratito de Evangelio: primer Sábado de Cuaresma
Evangelio: Mateo 5,43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto."

REFLEXIÓN
¡Qué difícil lo que nos pide Jesús hoy! Cada día se va complicando la cosa, eh. Ayer, que pidiéramos perdón cara a cara a quien hubiéramos ofendido, y hoy, un paso más, amad (y por tanto perdonad) también al enemigo, que hacerlo con el amigo es fácil... Si no es fácil ser amigo del amigo, hacerse amigo del enemigo... Pero si queremos construir el Reino, si queremos que triunfe el Amor de Dios, nosotros tenemos que dar pasos para acercarnos a esas personas de las que estamos alejadas.

Os dejo un enlace interesante a un artículo sobre este evangelio: http://www.comayala.es/Proyecto/espa/pc3/26amorenemigos.htm

Y una antífona de propina: http://www.ixcis.org/audio/en_espiritu_y_en_verdad/En_espiritu_y_en_verdad_16.mp3

Y para rematar, un poquito de humor sobre las relaciones con el "enemigo". Es el gran Miguel Gila y sus conversaciones con el enemigo: http://www.youtube.com/watch?v=TcP6cQy7YTg

viernes, 2 de marzo de 2012

"Vete primero a reconciliarte con tu hermano"

Un ratito de Evangelio: primer viernes de Cuaresma

Evangelio: Mateo 5,20-26
"Vete primero a reconciliarte con tu hermano"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto."

REFLEXIÓN

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. (1 Jn 4, 20-21)

En esta primer carta de San Juan, se nos recuerda lo que nos decían en Mt 22, 34 acerca de los dos mandamientos en los que se resumía todo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu inteligencia y al prójimo como a ti mismo

El segundo mandamiento, según Jesús, es parecido a amar a Dios, y de hecho, esta misma semana nos decía aquello de "cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis". Luego queda claro que Dios siente como propio el dolor (y también la alegría) que hacemos al prójimo, y, por tanto, si estamos mal con el hermano, lo estamos con Él. No podemos amar a Dios si no amamos al que tenemos al lado.

Así que, como dice el Evangelio, lo primero es reconciliarnos con nuestros hermanos. El confesarse con el sacerdorte es necesario, pero primero y mucho más importante, es pedir perdón a la persona o personas a la que hemos hecho mal. Si no, estaremos haciendo una pantomima en el confesionario, engañándonos a nosotros mismos, porque a Dios, a Dios no se le engaña...

jueves, 1 de marzo de 2012

Pedid y se os dará

Un ratito de Evangelio: jueves primero de Cuaresma
Mateo 7,7-12.

"Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; golpead y se os abrirá.

Porque todo el que pide obtiene; y el que busca encuentra; y al que golpea, se le abre.
¿O hay acaso entre vosotros algún hombre que al hijo que le pide pan, le de una piedra; o si le pide un pescado, le de una serpiente?
Si, pues, vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¡cuánto más vuestro Padre celestial dará cosas buenas a los que le pidan!
Así que, todo cuanto queréis que los hombres os hagan, hacedlo también vosotros a ellos; ésta es la Ley y los Profetas".

REFLEXIÓN


El "ratito" de hoy nos habla de confiar en Dios. Confiar en que nos conoce y está pendiente de nosotros. Confiar en que la oración es un rato de diálogo con Él y en que, como buen diálogo, hablamos los dos. Y es que muchas veces hablamos nosotros lárgamente, pero no respetamos su turno de palabra, le cerramos los oídos y el corazón.

Pedid y se os dará... Pero ¿qué pedimos? ¿queremos nuestra voluntad o le dejamos a Él ser Papá Dios (aún a riesgo de no entenderlo)? Después criticamos a los padres que dan todo a sus hijos, sin educarlos en la responsabilidad, y los hacen caprichosos...

Confía, pide pero, ante todo, escucha...


PIDE Y SE TE DARÁ - Hermana Glenda

http://m.youtube.com/watch?desktop_uri=%2Fwatch%3Fv%3DRpAcTfBq684&v=RpAcTfBq684&gl=ES


Pide y se te dará, busca y encontrarás
llama y se te abrirá,porque todo aquel que pide, 
porque todo aquel que busca
porque todo aquel que llama,
se le abrirá ah ah, encontrará ah ah, 
recibirá, recibirá,
encontrará, uh, encontrará.
Porque todo aquel que pide, 
porque todo aquel que busca,
porque todo aquel que llama,
se le abrirá, encontrará,
recibirá, sí, recibirá,
se le abrirá ah ah, 
encontrará, uh, encontrará 
recibirá, recibirá,  
Pide eh eh, pide eh eh eh.